Acción Social
Como Hermanas del Ángel de la Guarda, caminamos con atención y compasión en medio de las realidades concretas de los pueblos donde servimos. Nuestra presencia no es lejana ni indiferente: estamos profundamente unidas al dolor, las luchas y las esperanzas de las comunidades, especialmente de las más vulnerables y olvidadas.
Desde nuestro carisma, respondemos al clamor de quienes sufren a causa de la pobreza, la injusticia, la exclusión o el abandono. Creemos que la fe se vive con obras concretas, por eso nos comprometemos a generar y sostener espacios donde se promuevan la justicia social, la defensa de la dignidad humana y el respeto por la vida en todas sus formas.
Trabajamos por el cuidado de la casa común, conscientes de que el daño a la tierra es también daño a los más pobres. Promovemos la cultura de paz, el acompañamiento cercano, la defensa de los Derechos Humanos y el trabajo en red con otras congregaciones, instituciones y laicos comprometidos.
Nuestra acción social es una respuesta al Evangelio vivido desde la ternura, la esperanza activa y la solidaridad sin fronteras.
Porque donde hay necesidad, ahí queremos estar.

